Romances
Las comunidades del Litoral del PacÃfico no emplean la palabra "Romance" para hablar de sus coplas, pero en realidad muchas son fragmentos de romances prehispánicos, que los esclavos se apropiaron de sus amos españoles, recreándolos e incorporándolos a sus prácticas religiosas y sociales.
Romance del Conde Olimos
Levántate, calderilla
la mañana de San Juan
dale agua a tu caballo
a las orillas del mar.
Toda el agua que bebió
toda se le fue en cantar
marineros y caminantes
se pusieron a escuchar.
Le dijo la reina a su hija
"levántate, no duermas
venà que bonito canta
la sirenita en el mar."
"esa no es sirena, madre
me desmera en el cantar
ese es el calderilla que
con él me he de casar."
"No te casaras, no, hija
yo lo debo de matar."
"que si usted lo mata, madre,
yo viva no he de quedar."
Y la madre, recelosa
Ella lo mandó a matar.
Maten uno y maten dos
Que mueran en santa paz
Del uno se hace una iglesia
del otro un famoso altar.
De la cabeza del conde
nació un verde naranjal
tú te vuelves naranjito
yo un verde naranjal.
Nos iremos a hacer fiesta
en las orillas del mar.
"vaya un lejos
vaya un lejos
vaya un lejos de la mar."